lunes, 27 de junio de 2011

Poesia Erótica


Luna el testigo único

Aquella noche en la playa donde nos
conocimos un día, sentados viendo la
luna brillante, los cuerpos llenos de
deseo y pasión, anhelaban estar juntos
entregándose por completo y demostrar
cuanto amor existía.

Envueltos en sábanas y con velas al
alrededor que mostraban nuestros
cuerpos desnudos uniéndose a lo que
llamamos pasión.

Esa luna que nos vio desde el inicio
ahora ve el final de nuestros cuerpos
excitados y llenos de amor.

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